El Consejo de Gobierno ha tomado conocimiento del balance energético correspondiente a 2022 realizado por la Consejería de Industria, Energía y Minas a través de la Agencia Andaluza de la Energía, en cuyos resultados se pone de manifiesto el avance de la región en su compromiso con la transición energética hacia un modelo neutro en carbono. Así, en cuanto al consumo, la energía final (la que llega al consumidor) descendió un 3,8% respecto a 2021, mientras que el uso de energía primaria aumentó ligeramente un 0,2%. En ambos casos, el consumo energético se sitúa por debajo de niveles prepandemia en un contexto de crecimiento económico.
Esta reducción supone un avance muy significativo en el desacoplamiento entre economía y consumo de energía, ya que el aumento del 5,2% del PIB andaluz en 2022 se produjo sin que la demanda de energía se incrementase. Así, generar una unidad de PIB en 2022 ha requerido un 11% menos de energía que en 2018 gracias a la bajada de la intensidad energética, el principal indicador que mide la eficiencia energética de una economía, el cual alcanza su valor más bajo de la serie histórica desde que se tienen registros (105,5 toneladas equivalentes de petróleo por millón de euros).
La industria es el sector que experimentó la mayor reducción de consumo en 2022, un 16,6%, alcanzando el menor valor registrado en la serie histórica, incluido 2020, el año de la pandemia. Esto se produjo, además, en un año en el que el VAB (Valor Añadido Bruto) del sector industrial creció en torno al 5%, lo que pone de manifiesto que la industria andaluza es cada vez más sostenible y eficiente energéticamente. En esta reducción tuvo especial incidencia el menor consumo de gas natural (un 27,2% menos que en 2021) y de productos petrolíferos (un 17,3% inferior). La industria supone el 27,7% de toda la energía final consumida en Andalucía.
En menor medida se redujo el consumo de energía en el sector servicios, lo hizo en un 5,9%, y en el ámbito residencial, que baja el 1,4%, representando el 9,4% y 14% del total del consumo final en Andalucía, respectivamente. En ambos casos, la energía eléctrica fue la fuente de mayor aporte al consumo final, suponiendo un 73,9% de la demanda del sector servicios y un 63,2% del sector residencial.
El transporte sigue su senda de recuperación, al aumentar un 6% y representar el 41,5% del consumo total de energía final en Andalucía, siendo los derivados del petróleo (94,8%) los combustibles más usados en este sector. Dentro del conjunto de productos petrolíferos destaca la disminución del consumo de gasóleos (un 1,3%) y de la electricidad (un 19%), aumentando el consumo de querosenos (70,1%), fuelóleos (36,1%) y en menor medida de biocarburantes (7,4%) y el gas natural (8%).
Avance de las renovables
En 2022, Andalucía aumentó su producción de electricidad con fuentes renovables hasta los 17.544 gigavatios hora (GWh), un 2,4% más que en el año anterior, lo que supuso que el 54,2% de la energía eléctrica que consumieron los hogares, empresas, industrias y administración pública en la comunidad fuese verde. Y ello a pesar de que 2022 fue un año marcado por una mayor demanda de productos petrolíferos en el sector del transporte, y de carbón y gas natural para generación eléctrica por la vuelta a la normalidad en la movilidad tras el Covid-19, y de un contexto de precios máximos de los combustibles desde los primeros días de la guerra en Ucrania, entre otros factores.
Por fuentes, es destacable el crecimiento de un 18% de la producción eléctrica procedente de la tecnología solar fotovoltaica, hasta los 958 GWh, y de la biomasa, que incrementó su aportación un 5,8% (102 GWh) respecto a 2021. Por otro lado, redujeron su producción la hidroeléctrica (un 42%, hasta 213 GWh), la eólica (descendió un 3,5%, a 252 GWh) y la termosolar (bajó un 8,1%, hasta los 182 GWh).
Andalucía también siguió sumando potencia renovable al mix de generación eléctrica en detrimento de los combustibles fósiles en 2022, con la instalación de 1.257 nuevos MW verdes, casi todos de solar fotovoltaica, una tecnología que ese año ya representaba el 46% de la potencia total renovable instalada, que ascendió al cierre del ejercicio a 10.198 MW.
Todos estos datos se recogen en la publicación anual ‘Datos Energéticos’ que elabora la Agencia Andaluza de la Energía, en la que se pueden consultar las estadísticas y balances que reflejan la realidad y evolución energética de la comunidad autónoma andaluza tras recabar, contrastar y analizar más de 3.000 datos anuales propios y provenientes de más de 40 empresas y organizaciones tales como el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y Redeia (antigua Red Eléctrica), entre otras.
Se trata de uno de los productos de difusión contemplados en el Plan Estadístico y Cartográfico de Andalucía 2023-2029, en el marco de la actividad que la Unidad Estadística y Cartográfica de la Agencia Andaluza de la Energía desarrolla, la cual puede ser consultada en la página web de esta entidad.