Ahorra en las administraciones públicas

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Los organismos públicos pueden conseguir un importante ahorro energético actuando en los siguientes ámbitos:

Edificios y espacios públicos

  • Realización de auditorías para identificar oportunidades de mejora energética.
  • Rehabilitación de edificios existentes, conforme al resultado de las auditorías previamente realizadas, reduciendo el consumo de energía mediante medidas de ahorro y eficiencia energética en sus instalaciones principalmente de climatización, iluminación o ascensores y medidas dirigidas a la mejora de la calidad de la epidermis.
  • Incorporación de instalaciones térmicas para ACS y climatización con energías renovables, con energía geotérmica, solar o biomasa.
  • Autogeneración de energía eléctrica mediante instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo.
  • Realización de un correcto mantenimiento de las instalaciones generadoras de energía térmica y eléctrica, de iluminación, así como de las características estructurales del edificio, con el objeto de garantizar su eficiencia energética.
  • Construcción de nuevos edificios altamente eficientes, procurando la máxima calificación energética, con la instalación de aislamiento o de vidrio dobles, elementos de protección solar, etc.
  • Implantación de sistemas de gestión energética para facilitar la gestión individualizada tanto de los consumos energéticos.

Alumbrado y señalización eficiente

La iluminación es un de los ámbitos que mayor ahorro reportan, sobre todo para los ayuntamientos que pueden, con medidas adecuadas, reducir su gasto  en un 40%, con periodos de amortización inferiores a 4 años:

  • Alumbrado exterior: sustituyendo lámparas de vapor de mercurio por otras de vapor de sodio (ahorros del 40% ), colocando sistemas de reducción de flujo en el alumbrado público (ahorros del 30%),  realizando un control de los horarios de funcionamiento de las instalaciones o la incorporación de tecnología led en alumbrado y semáforos.
  • Alumbrado interior: ajustando adecuadamente los niveles de luminosidad, usar lámparas de la mayor eficiencia energética, sistemas de regulación y control (detectores de presencia, balastos electrónicos, etc.), así como aprovechar tanto como sea posible la luz natural.  El buen rendimiento y la elevada vida útil de la tecnología LED han dado lugar a dispositivos que sustituyen satisfactoriamente a bombillas incandescentes, halógenas, lámparas de bajo consumo y fluorescentes.

Planes de optimización energética (POE)

Realización de una planificación adecuada de las inversiones a realizar en un ayuntamiento donde se identifiquen y ordenen las medidas de ahorro y energías renovables a acometer en un municipio, mediante la elaboración de Planes de optimización energética (POE´s). Los POE constituyen el punto de partida con la realización de un inventario de las instalaciones municipales, el diagnóstico del alumbrado público y las dependencias municipales, en la optimización de los suministros energéticos, etc., concluyendo con un plan de actuaciones para implementar las medidas detectadas.

Para la puesta en marcha de estas medidas, es fundamental la figura del gestor energético municipal como asesor o consultor técnico en materia de energía para asesorar de manera activa y transversal en la toma de decisiones en las administraciones locales y en la implementación de las ordenanzas y planes de optimización energético municipales.

Transporte y movilidad

Las administraciones juegan un papel esencial a la hora de propiciar un cambio de hábitos de movilidad sobre todo por parte de las entidades locales, por ser las más cercanas a la ciudadanía, favoreciendo modos alternativos de desplazamiento al vehículo privado, contribuyendo así al desarrollo de ciudades más sostenibles, más seguras, confortables y con menos contaminación, a través de medidas como:

  • Renovación de la flota de vehículos por otros más eficientes.
  • Impulso del uso del vehículo eléctrico (permitiendo su circulación en zonas con restricción de tráfico o por el carril bus, bonificando su aparcamiento en la vía pública o realizando descuentos en el impuesto de circulación o de tracción mecánica).
  • Creación de carriles de alta ocupación o carriles bici.
  • Implantación de sistemas de bicicletas públicos.
  • Establecimiento de nuevas líneas de transporte público y la mejora de las existentes con sistemas de priorización de carriles para vehículos de transporte público ( taxi, bus, tranvía o metro).
  • Acondicionamiento del trazado urbano de las ciudades y el diseño de rutas peatonales.

Además de estas actuaciones, las administraciones deben fomentar el consumo responsable de la energía entre sus trabajadores en sus lugares de trabajo, como ejemplo para un comportamiento energéticamente más sostenible. Más información sobre consejos y recomendaciones para ahorrar energía en el trabajo.